Sobre Mi

Es posible que esta sea la historia más extraña que hayas leído en una página sobre construcción de arcos para instrumentos de cuerda. Y ahora verás por qué.

No has venido aquí para que te cuente que nací en Pamplona, que pasé años estudiando con los mejores luthiers de España, Francia e Italia, ni que trabajé en Australia perfeccionando mi oficio.

Lo que te ronda por la cabeza es algo más simple y directo:

“¿Por qué debería confiar en este tipo para poner en sus manos mi violín, mi viola o mi chelo?”

Buena pregunta.

Podría decirte que soy un maestro arquetero con años de experiencia, que cada arco que construyo es una obra de precisión y que he trabajado con músicos de medio mundo. Pero la verdad es que eso no te dice nada sobre si lo que hago es para ti.

Déjame contártelo de otra forma.

La historia que cambió mi manera de ver la luthería

Cuando llegué a Australia para trabajar en The Sydney String Centre, me enfrenté a un problema que no esperaba.

Un músico entró al taller con un arco en la mano. Lo miré y supe lo que venía. El tipo estaba frustrado. Su arco estaba deformado, la respuesta era torpe y sentía que su sonido se había apagado.

Pero lo que más me llamó la atención fue su mirada. No era solo un problema técnico. Ese arco no era un simple accesorio; era parte de su voz.

Lo entendí en ese momento: un buen arco no solo sujeta crines, equilibra pesos o transmite vibraciones. Un buen arco le da vida a un instrumento.

Desde entonces, cada vez que trabajo en un arco, pienso en ese momento. En ese músico que sentía que había perdido su sonido. En todos los que buscan algo más que madera y crines: buscan precisión, expresividad, confianza.

Por eso no fabrico ni restauro arcos como si fueran objetos sin alma. Cada arco que toco tiene una historia y un propósito.

Y si estás aquí, probablemente busques lo mismo.

Si quieres un arco que no solo funcione, sino que te haga sentir que tu instrumento responde exactamente como lo imaginas, hablemos.

Porque la diferencia entre un buen músico y un músico inolvidable está, muchas veces, en el arco que sostiene en sus manos.